Este gato fue abandonado a la puerta de la perrera, su dueño (considerado él) le dejó agua y comidita, para que pudiera permanecer alli… La lástima es que no lo vimos hasta que lo olimos. Su cadáver hinchado permanecía en los alrededores de la puerta, quizás estaba enfermo y decidió que nosotros eramos los adecuados para rematarlo, pero en cambio, no hubo tiempo, ya que murió por sí mismo, no sabemos en qué circunstancias, pero evidentemente, no las más adecuadas.
Así es la gente, cruel, insensible, con los animales que comparten nuestra vida
Qué más podemos decir?