Este verano, el peor en años, por los abandonos, pero sobre todo por la crueldad del ser humano.
Hemos recogido más viejos, más enfermos, más perros destrozados que nunca. No evolucionamos, volvemos hacia atrás, parece que la famosa crisis embrutece y atonta, y el dolor se infringe a los más débiles, los animales. Lamentable, acabamos con todo y con todos a nuestro alrededor, esto es Extremadura.