En un contenedor de la plaza del pueblo de Torre de Don Miguel alguien escuchó unos sollozos que al principio le parecieron un gato, pero al no ver ninguno apartó basura del contenedor y encontró a este animal agonizando. Lo llevó a casa, intentó darle algo de comer pero el animal llevaba horas de sufrimiento, tenía las patas rígidas, los ojitos cerrados y un lamento de un animal moribundo. Lo unico que pudieron hacer por él fue darle una muerte digna llevándolo a un veterinario para que descansase por fin
El veterinario confirmó que le habían dado un golpe para matarlo, pero que lo habrían tirado aun vivo al contenedor. Era un cachorro, de al menos dos meses o tres… No era un recien nacido, se le dejó vivir para luego matarlo, como un ritual en el que el hombre se siente más hombre por poder quitar la vida a un ser vivo por el simple hecho de hacerlo, sin ningún tipo de fin ni por supuesto remordimiento. 
Esto, está penado en el CODIGO PENAL. 
Dios quiera, y por mi parte no creo en ninguno, que el individuo sin corazón que hizo esto, acabe igual, apaleado y solo, agonizante y rodeado de basura… pero que encuentre a alguien que le eche una mano para morir en paz… eso no se lo deseo