Esta podenca fue recogida por unas buenas personas en la carretera, con un problema cardiaco serio y con más de 10 años de edad. La muerte digna tendrá que ser la solución si nadie quiere darle un tiempo de vida si no feliz al menos con cariño -que seguramente nunca tuvo-
 
Estos dos cachorros de podencos, recogidos en los huesos y llenos de miseria, recuperarán poco a poco la confianza y el peso necesario para vivir y ser fuertes y bellos animales, mientras que quien los abandonó no merece ni los gusanos que le comerán cuando se acabe su ultimo aliento.